Como hemos podido ver en el XXI Congreso Mundial de la Energía del Hidrógeno – WHEC 2016 celebrado este mes de junio en Zaragoza, los principales fabricantes automovilísticos a nivel mundial como Honda, Hyundai y Toyota ya comercializan sus modelos eléctricos con pila de combustible de hidrógeno. Son modelos que presentan todas las ventajas de los vehículos eléctricos de baterías, pero disfrutan de una autonomía de 600 km y un tiempo de recarga inferior de 5 minutos. Estos vehículos utilizan los 6 kg aproximadamente de hidrógeno que almacenan en sus depósitos, junto con el oxígeno del aire para producir electricidad mediante la pila de combustible y, de esta manera, mover el vehículo eléctrico hasta esos valores de autonomía, obteniéndose como único residuo, vapor de agua. Adicionalmente, otra ventaja de este combustible es la posibilidad de obtenerlo mediante recursos locales de cada región, como las energías renovables, a través de la electrólisis del agua. Por tanto, estos aspectos hacen de este vector energético un combustible sostenible desde el punto medioambiental, de la seguridad de suministro y de la independencia energética de terceros países. No obstante, quedan retos para ver un despliegue adecuado en el mercado, como la falta de infraestructura de repostaje de hidrógeno, las llamadas hidrogeneras. Actualmente en España existen cinco hidrogeneras (Huesca, Zaragoza, Puertollano, Albacete y Sevilla) desarrolladas sobre todo a partir de iniciativas locales. Es cuestión de tiempo. El Ministerio de Industria Energía y Turismo (Minetur) ha incluido el hidrogeno dentro de su estrategia de Impulso con Energías Alternativas (VEA) 2014-2020, en la que se ha fijado para 2020 la existencia de 21 hidrogeneras y la presencia de 2.800 vehículos de pila de combustible en España. Actualmente, el Minetur está desarrollando el Marco de Acción Nacional para dar cumplimiento de lo dispuesto en la Directiva 2014/94/UE.

“La Fundación coordina el proyecto H2PiyR, en el que se prevé la implantación de 10 hidrogeneras a lo largo de España, Andorra y Francia”.

No solo en esta línea trabaja la Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón. Creada en 2003, esta entidad privada sin ánimo de lucro tiene como objetivo la promoción y la incorporación de estas tecnologías en los sectores industriales y empresariales con una meta muy clara, mejorar la competitividad de las empresas y que puedan acceder a nuevas oportunidades de negocio. Actualmente cuenta con más de 70 entidades en su patronato, entre ellas el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de la rama Industrial e Ingenieros Técnicos Industriales de Aragón (Cogitiar), de las cuales más del 75% corresponden a empresas con intereses y/o potencialidades en el sector de las tecnologías del hidrógeno.

En el caso de la implantación de infraestructuras de repostaje de hidrogeno, la Fundación coordina el proyecto H2PiyR, en el que se prevé la implantación de 10 hidrogeneras a lo largo de España, Andorra y Francia con una flota de 16 vehículos de pila de combustible, entre automóviles de pasajeros, industriales y autobuses. Este proyecto permitirá conectar al territorio nacional con las grandes estrategias europeas de movilidad basada en tecnologías de hidrógeno (Francia, Alemania, Inglaterra, países escandinavos), las cuales ya se están implantando las 50 hidrogeneras previstas asociadas a una flota de más de 1.200 vehículos. Con un horizonte puesto en 2030, estos países tienen previsto disponer de una infraestructura que cubre el 100% de su territorio, facilitando a los usuarios una movilidad total con vehículos de pila de combustible.

Evidentemente, como toda tecnología emergente, presenta una serie de desafíos que superar desde el punto de vista de reducción de costes y madurez si la comparamos con sus alternativas convencionales, mucho más contaminantes e inestables desde el aspecto económico. Estos desafíos no dejan sino de ofrecer una oportunidad medioambiental, económica, pero también industrial y tecnológica en el que el sector de la ingeniera española tiene mucho que decir.